viernes, 10 de diciembre de 2010

Estimaos amigos y amigues:
Mándovos la Declaración del Bloque por Asturies con motivu del 62º Aniversariu del Día Internacional de los Derechos Humanos.
Un saludu candial,


DECLARACIÓN DEL BLOQUE POR ASTURIES EN EL 62º ANIVERSARIO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Asturies, 10 de diciembre de 2010

Hay una profunda relación entre derechos humanos y pobreza que pone en tela de juicio la universalidad de los derechos humanos. Los indicadores de desarrollo humano y los informes de las organizaciones de derechos humanos refuerzan esa relación.
La realidad y la extensión de la pobreza, la privación del reconocimiento y la garantía efectiva de derechos económicos, sociales y culturales, el hambre que afecta a una gran parte de la humanidad, privada además del acceso al agua, a las mínimas condiciones de salud, educación, vivienda y trabajo digno, nos impide hablar de derechos humanos universales.
La brecha de la desigualdad ha crecido en el planeta, comprometiendo la gobernabilidad y la paz, y dificultando que los derechos humanos sean un horizonte cierto y cercano para una buena parte de la humanidad.
La mayoría de la población mundial no disfruta de unas condiciones de vida dignas en las que sus derechos económicos, sociales y culturales estén satisfechos. Los datos sobre la miseria, el empobrecimiento, la vulneración de los derechos humanos, la injusticia social y la falta de oportunidades en el mundo siguen siendo abrumadores. El mundo sigue siendo escenario de guerras y conflictos armados graves. La guerra sigue siendo un negocio lucrativo para gobiernos y empresas. Como consecuencia, millones de personas viven refugiadas o desplazadas en su propio país, en una situación de empobrecimiento extremo, acosados por la violencia directa y por la violencia estructural.
Estamos frente a un sistema que no distribuyó su riqueza y que, sin embargo, ahora quiere socializar sus pérdidas. Un sistema que ante situaciones de crisis global sólo sabe responder con la guerra, con la violencia y con la vulneración de los derechos humanos individuales y colectivos.
Muchas fosas y zanjas se cavaron y muchos muros y alambradas se levantaron en los últimos 20 años.
Fosas y zanjas en Bosnia, Chechenia, Colombia, Congo, Sudán, Afganistán, Iraq, en Tierra Mapuche,…, muros y alambradas en Palestina, Sahara, en las fronteras de los EEUU o de la Unión Europea,…En tantos otros sitios que nos vienen a la memoria más reciente y que no ocupan ni una sóla línea en las noticias de cada día.
Hoy se cumplen 62 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hoy, seis decenios después, los Derechos Humanos siguen siendo una promesa incumplida y traicionada, por quienes anteponen sus intereses políticos, económicos, militares y personales a los principios de justicia, libertad e igualdad que consagra la Declaración Universal. La injusticia social, la desigualdad y la impunidad siguen amenazando la libertad y la dignidad de las personas.
Quienes nos sentimos asturianos y asturianas, pero también ciudadanos y ciudadanas del mundo, afirmamos nuestra convicción de que cada ser humano tiene derechos, sin distinción de cultura, lengua, color, religión, sexo, origen nacional, orientación sexual, discapacidad o edad.
Y reconocemos que como ciudadanas y ciudadanos del mundo, tenemos el deber de hacer valer en todo el planeta, no sólo nuestros derechos, sino también el de todas las personas. En consecuencia, como gesto de solidaridad global, debemos defender los derechos humanos para todas las personas, en cualquier parte del mundo, de forma indivisible y universal.
Hoy 62 años después de la Declaración Universal, el lenguaje de los derechos humanos tiene tanta importancia que ya hay quien habla de la “era de los derechos”. Pero, si esta es la era de los derechos, no es desde luego la era de quienes los defienden.
En este Día Mundial de los Derechos Humanos toca interpelar la ética o la moral, o la ética y la moral, de quienes no nos hemos acostumbrado a la “PAZ” servida como neutralidad, como paz de los cementerios.
“PAZ” una palabra tan atractiva como “RECONCILIACIÓN”, una y otra tan miserablemente usadas cuando sirven para ser pronunciadas tapando la injusticia, la ignominia, la impunidad,..
Nuestra palabra, nuestras palabras, nuestra paz, nuestra reconciliación, tienen que estar preñadas de justicia social.

Bloque por Asturies
Fuente : Rafael Palacios
Florilegio: Liza Garri

No hay comentarios:

Publicar un comentario